diciembre 26, 2010

Tal vez anagramático

Te creíste invencible, y en la cumbre de tus trágicos triunfos, yo igualé tus destrezas.

Te armaste con escudos de sonrisas que todos se creían, menos yo, que de la misma manera sonreía.

Te miraba. Siempre te miraba.

Haciendo de arlequín en la pintura de un museo demasiado ciego para ver el reflejo de muñeco roto dibujado en tus pupilas. Demasiado ruidoso para entender que estabas solo. Demasiado poco para llenar el hondo de lo que a vos siempre te faltó mucho.

Te creíste incomprendido, inalcanzable, imposible para ojos mortales, te creíste. Y yo que te miraba, en mi versión más opuesta y más igual, sufría con vos las mismas pequeñas pesadillas.

Y nuestras miradas eran iguales, y nuestra pasión era igual. Nuestro desencanto, nuestro pedido de auxilio mudo, nuestras formas de escapar y de pedir perdón, todo era la mismo. Tal vez fuimos hechos de la misma soledad dividida, tal vez si alguna vez me hubieses visto habría podido decírtelo.

Te enamoraste de los mismos a los que yo amé, y que por quererte a vos, me dejaron. Te rebelaste contra mi forma de ser tan incomprensible, y me abandonaste porque no quería unirme a tu ejército de espejitos de carne. Renegaste de tus pedazos de historia que tuvieran que ver con la mía, y me echaste al olvido.

Será que a lo mejor vos nunca te entendiste y por eso no pudiste entenderme a mí. Será porque yo no era un reflejo tuyo sino parte de lo mismo y nos separaba el que yo me supiera en vos, pero vos no en mí.

Tal vez por eso es que me odiás, y yo te amo tanto.



Anna.

1 comentario:

  1. "Te rebelaste contra mi forma de ser tan incomprensible, y me abandonaste porque no quería unirme a tu ejército de espejitos de carne"

    Si la única razón por la que escribes es por que si, yo quisiera tener esa razón para escribir así... Tienes un seguidor mas de tus escritos realmente hermosos

    Atte: Dahaka Dunkelheit

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