enero 31, 2017

- ¿No extrañás tu cama? -me preguntó y miraba al techo de estrellas.
- ¿Cuál de todas? -le contesté queriendo hacer un chiste. Ella se encogió de hombros, como si la respuesta fuese obvia.
- Y no sé, tu cama. La cama en la que dormís todas las noches
- Ah -no se me ocurría cómo hacer un chiste esta vez-. Vos decís la cama que está en mi casa.
- ¿Cuál otra cama podría ser? -ahora la del chiste era ella.
- Es que me da igual -le dije y ahora dejó de mirar el cielo y se quedó mirándome-. Esa cama, esta cama, o cualquier cama.
- Qué suerte -de nuevo miraba las estrellas-, poder dormir en cualquier parte. Ya me gustaría a mi.
Ya no volvimos a hablar. Un rato después se dio la vuelta y se quedó dormida. Su respiración era a penas un soplido sordo sobre el pasto.
Yo me quedé mirándola un rato, pensando en esa cosa rara de las personas de ubicar las cosas en territorios, de esa necesidad de demarcar, de sentir que poseemos algo. "Tu cama", "la que está en tu casa". La que todas las mañanas vuelvo a armar después de deshacerla para no dormir todas las noches. Mi cama, me digo mientras la miro por última vez, mientras me doy la vuelta para el otro lado. Mi cama no es un dónde, es un quién.
Los grillos saltan como gotas de rocío entre los yuyos y de vez en cuando Mamá Gato salta de entre las sombras y atrapa uno para sus cachorros. Pienso que dormir es una cuestión de decisión, no de camas. Sino, me digo, podría contar grillos para siempre, y no dormirme nunca.

Anna.

enero 26, 2017

Qué fácil sería agarrar el teléfono, discar un número, echarle la culpa a los tres vasos de gancia puro con hielo y a la media botella de cerveza que trataban llenar este corazón muerto de hambre. Marcar ese número que tengo escrito como un mapa en las líneas de mi mano, escuchar esa voz que alguna vez me dijo... pero, no, disculpá, pensé cualquier cosa, es que no estoy muy bien, estoy acá sola con esta botella y este perro en medio de la calle y por algún motivo parece que llegué hasta tu departamento, sí, me imagino que no estás ahí ahora, ya sé que hace muchos meses que no vivís ahí, te digo que fue el perro, el perro este debe haberme traído hasta acá, es que iba de camino a devolver este envase pero me perdí, ya ni me acuerdo en qué kiosco lo compré. 
Che y ¿no sabés vos cómo se llega a Buenos Aires desde acá? No importa que esté lejos, es que quiero un abrazo tuyo, y te juro que me voy caminando hasta allá.
No, no estoy ebria, te juro que... Sí, ya sé que no puedo. No, el perro es de la calle. O capaz era un gato. O capaz era un tipo. La verdad es que no me acuerdo ya. Pero tu departamento sigue ahí, en el mismo lugar.

Anna.
https://www.youtube.com/watch?v=mIhI23gBBPQ

enero 18, 2017



Scarlett Johansson & Joaquin Phoenix - "The moon song"
("Her")
A veces pongo un piano de fondo que me ayuda a concentrarme mejor, pero siempre me queda esta sensación de que debería estar estudiando otra cosa, en otro lugar, con otras personas, lejos de aquí. Que yo en realidad estoy en otra parte, llamándome y por eso no puedo estar del todo acá, por eso siempre tengo la cabeza en otro lugar.





Julie Andrews - "Feed the birds"
(Mary Poppins)
"Un par de lágrimas están bien, pero llorar mares, llorar ríos, etc. es solo para poetas." Quizá sea porque sólo los poetas aman hasta la muerte, ¿quién sabe? Quizá sea porque sólo un poeta se arrancaría la piel por vos. Claro que suena a idea romántica, pero en verdad no mucha gente está preparada para la idea literal de que otro pueda a-rran-car-se la piel por vos.

Lo que está quizá mal entendido es que los poetas sólo aman si sufren o sufren cuando aman. Which is not. El poeta ama cuando está con el ser amado, aunque a veces estar con el ser amado sea una mierda, porque bueno, nadie es perfecto, y además, mirá si no es choto el mundo, que sabiéndote en Buenos Aires te cruce con una bolsa llena de regalos justo en la calle frente a mi casa, el domingo de Navidad. El Universo a veces no ayuda. Si amar fuese suficiente, seríamos todos tan felices. Pero sólo amar nunca es suficiente, deshoo ka.

Así que a veces uno ama, ama con todas sus fuerzas, y las cosas no salen bien. Y entonces según las leyes de la gravedad, hay que romperlas -como una figurita de porcelana, digamos un payasito, lo cual lo hace más hilarante todavía, la hermosa figurita de porcelana de un payasito explotada contra el piso-. Acá es cuando se complican las cosas. Acá es cuando te dicen "estás enfermo", "tenés un problema", "te obsesionaste", "idealizaste". Sí, no, capaz, qué sé yo. Yo lo que sé es que esa media hora que parecieron cinco segundos, el perro perdido que nos encontró y que se quedó haciéndome compañía porque tenía que dejarte ir, noche cerrada, perro chupándome la mano, la bolsa de regalos en el piso, esos cinco minutos que cuando después se los cuento a alguien me dicen "qué choto, qué choto" (¿vos? ¿yo? ¿el mundo? ¿el perro?) fui tan feliz. "Masoquista" me dijeron también, pero calculo que califica dentro de lo que se llama "enfermo" y por lo tanto para ciertas personas muy estudiadas en el asunto no es amor.

Pero no siempre es así. Quiero decir, hay veces que uno ama y todo sale bien. "Bien", o entiéndase "tan bien como puedan ir las cosas" en un mundo revuelto donde a cada rato hay que buscar solución para problemas, un mundo hecho de problemas, un mundo hecho para ¿resolverse? ¿arruinarnos? ¿enseñarnos, tal vez? Hay veces que el amor es más grande que todos los problemas, y a eso la gente le dice felicidad, misunderstood and, elementary my dear Watson, no es que los poetas no puedan disfrutar de esa felicidad, o que no la busquen. Todos and I mean, EVERYONE buscamos esa felicidad, que ni el éxito, ni la fama, ni la plata, ni greenpeace, ni el anime, ni los atardeceres en la playa dan jamás si no pueden ser compartidos con alguien que está ahí, nada más que respirando a la par tuya y que está pensando en ese mismo instante -como vos- qué será que vamos a comer esta noche, mirá qué lindo cielo, tenemos que volver a esta playa el año que viene, hoy le voy a decir que yo cocino pero le toca a él lavar los platos, cómo me gusta este viento con olor a sal, mirá que sexi que le queda esa remera contra el viento este.

Los "poetas" no son -somos- la diferencia. Nosotros conocimos el secreto de esa felicidad antes que todos los demás, es el secreto que nos fue confiado cuando nacimos y que nos marcó con palabras para que yo pueda llegar hasta vos, estés donde estés, ahora mismo, para decirte que te extraño. Que aunque nuestra relación de (¿cómo decía la autora que publicaste?) "casi ocho años de hipnosis, ceguera e imbecilidad" es lo más bonito que me ha pasado en la vida, porque estuviste vos, aunque yo te miraba de lejos, desde el público, y qué sé yo, seré una enferma, como ella dice, pero qué feliz me hacía sólo mirarte y pensar que vos sabías, que vos estabas ahí sobre el escenario sólo para mí.

Casi puedo escuchar tu reclamo en mi cabeza, tu "no te quiero volver a cruzar más" y feliz navidad. Tu pregunta. La pregunta que haría la "gilipollas" que escribió ese artículo, y que se reiría tanto si me leyera discutirte por escrito diciendote que te amo, cosa que ella dice que es de gente enferma, y que debe ser, mirá, debe ser. Pero la pregunta. O la respuesta.

¿Hasta dónde el amor es saludable? Supongo que según esta señora, cuando uno prefiere morirse antes que vivir sin el otro, el amor no es saludable. Tendría una respuesta del tipo "hay muchos peces en el mar", ¿no es cierto, cariño? Mi respuesta a tu pregunta no vale la pena. Ya la sabías de antemano porque somos iguales. Vos querías brillar, yo también. Vos brillabas, yo también. La gente veía tu brillo, el mío también. ¿Y quién ganó? Si seguimos discutiendo todavía, y aunque cada publicación tuya me descosa el intestino, todavía te leo. Todavía me leés. Escribiste el poema para que "parara". Podrías directamente haber cerrado las puertas. Pero no. Era parte más de la competencia. Ahora yo contesto a tu nueva publicación, caigo de nuevo en tu trampa, y así sigue: "los que se pelean (no) se desean". Pero yo, in fact, te deseo.

Y mucho.

Aunque sea una enferma (¿cuántas veces me lo habrán dicho ya? ¡uf!)

Esa mujer, la del artículo...

¿Sabrá lo que significa ser amada por un poeta?

A lo mejor por eso escribió lo que escribió, how risky to have somebody's life pending on yours. No cualquiera se toma ese buque ¿no? Habría que ser igual de enfermo, a lo mejor.

Y decime, ahora que andás con amores vegetarianos... ¿por qué aceptaste la invitación a mi blog? ¿qué proteína venís a buscar acá, que tus ensaladas no te pueden dar?


Anna.

enero 09, 2017


Daniela Herrero
"Sólo tus canciones"

Destruirme para destruirte.
Cavar cada vez más hondo
"desenterrar un muerto"
ultrajar una tumba sacra
arrojar sus reliquias al viento.
Pero el error, ay, Pandora
es abrir la caja
si hubieses hecho caso
cuando te decían que dejaras
ir las sombras del pasado
debajo de la tierra,
bien abajo.
Y en cambio tenías que,
cruzar la calle,
caminar cuatro cuadras
gritar su nombre
sus cinco letras blancas
cambiar tu pelo,
tu cuerpo
tu nombre
tu cara
y después arrojarte a un pozo
como si ya no importara nada.
Pero y ¿dónde está tu libertad
maleva, bailarina, gata?
Si cruzarlo una calle
o dos o tres o cuatro
te vuelve a destruir
para no encontrar tu alma
que quedó ahí en su boca
que no alcanzaste en arma
quedó ahí tu vida
ay, destruirte para volver
siempre a la misma tonada,
maldita tumba abierta
de donde los muertos
se escapan.

Anna.
https://www.youtube.com/watch?v=MEzaREXzaZY

enero 01, 2017

"Los lirios y tú se parecen; los lirios crecen fuertes bajo la lluvia, pero se marchitan con el sol."