diciembre 21, 2010

Victoria

Estás tan linda, que casi no te conozco. Tanto más linda, que casi dudé al ver tu foto; la imagen tardó en derretirse dentro mío, en entrar, y cuando llegaste adentro, casi no eras vos.

Estás tan linda. Y pensar que todavía cuando te estoy mirando así, todavía hay un sabor a envidia que me deja tu belleza fantástica; pero por debajo, unas ganas increíbles de quererte de nuevo.

Te pienso, te rescato pedacito a pedacito de mi memoria de "había una vez", armo el fantasma tuyo que quedaba dentro mío y prendo de tu pelo y de tus ojos las luces que por el tiempo ya te había apagado. Coso de nuevo tu imagen, para que se parezca a la de esta foto que veo y que no conozco, y para sentir quizá que estuviste, que estás todavía en mí.

Estás tan linda, pienso. Estás tan linda.

Y tan, tan, tan lejos.

Y arrugando la foto, esta foto que no te saqué yo, la arrugo para no seguir recordando, arrugando esta foto... espanto de una sacudida este vacío que ha empezado a formarse dentro de mí, otra vez, cuando te estoy mirando.

Cuando pienso que vos ya no existís para mí.

Ya. No. Existís.

Esa foto no te la saqué yo.



Anna.

1 comentario: