agosto 24, 2016

Pies

Cuando veo mis pies allá tan lejos de donde sucedes las ceremonias, las tomas de decisiones y los bacanales, no puedo evitar un sentimiento de angustia por ellos.
Me pregunto si podría acercarlos anotándome en un curso de contorsionismo y acrobacia. Pero no creo que el resto de mi cuerpo tan habituado al desorden, soporte el método y los esfuerzos
Cuando yo muera sé que ellos se enfriarán primero, tendrán sus minutos de muerte solitaria hasta que reciban la compañía final de todo el andamiaje de mi esperpento.
Pobres pies estos pies, tuvieron peor suerte aún que mi corazón. Lo cual no es decir poco.

José Sbarra

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