marzo 26, 2011

En un mundo gobernado por subjetividades ¿qué es verdad y qué es mentira?
Lo que no se conoce, lo que no se acepta... nada es cierto hasta que no recibe el voto unánime de la sociedad toda.
La Verdad queda sujeta a la opinión de un jurado.

Se convierte en una construcción colectiva.



Los engañé. Los engañé a todos. Los engañé tan bien, que aunque hubiesen sabido... que aunque supieran ahora, no lo creerían, no me creerían.
Los engañé tan bien...
O será que los que tuvieron razón eran ellos, y todo este tiempo me estuve engañando a mí misma.

.    .    .

Para que de tu propia mentira, nazca un mundo incorregible, incierto, hipócrita y pegajoso, que por acuerdo universal se convierta en una realidad que no existe. Que la mentira sea verdad y la verdad mentira.

Que la fantasía que creaste alrededor tuyo tome posesión de tu vida y te atrape dentro de su vientre para que no podás salir jamás.

Para que nadie te crea nunca.

.    .    .

El personaje que interpreté se me pegó a los huesos, y aunque yo lo odiaba, no pude alejarlo de mí.

La gente lo aceptó porque cumplía con los estándares y pagaba los impuestos. Yo lo interpretaba porque quería que me aceptaran.

Y cuando menos me di cuenta, ya no era yo el actor que mentía una sonrisa, sino el personaje que ocultaba una pena.

O al menos así lo dictaminó el público.

.    .    .

Y no podás salir jamás.



Anna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario