junio 30, 2010

Danza

Sólo bailar y bailar… bailar hasta que me revienten los pies. Bailar hasta que haya sonado toda la música del mundo, hasta que no queden más lentejuelas en mi traje. Bailar hasta que la mente se me quede en blanco y deje de escucharlos diciéndome qué hacer. Bailar hasta que no pueda levantar más los brazos ni mover las piernas, hasta que se me quiebren los labios y se expriman mis pulmones. Bailar, cantar, reírme. Escuchar la música y olvidar.

Olvidar todo.


Anna.

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