marzo 21, 2013

Pronóstico de noviembre


Destrocé el cántaro de un sueño contra el zócalo.
Su río nace a los pies de la guitarra
y va vertiendo la espuma por la ranura de las baldosas.
Una transpiración de helechos imposibles
vapora su perfume al cielorraso
y mis pies descalzos
recuerdan el borde de aquellas ramas
que nunca conocí.
Enrabiado por empujar esta burbuja de rascacielos y postes de luz,
de supermercados y caucho quemado,
desgarro la distancia y me deslizo, despacio, por mi tallo,
herido de nostalgia de hacer pie en la luna
que tiembla en la superficie de los lagos.
Quiero perderme otra vez,
como lo hice jamás,
en ese bosque vivo
que crece en la espalda de un gigante
que duerme boca abajo
y medita sobre los nombres olvidados
de cada guijarro, cada trébol,
y del corazón secreto del panal.
Me parte la sed de un vino incontenible
¿Qué enredaderas crecieron en mis ojos?
¿Dónde está ese caballo
que retumba en un galope subterráneo
y pasta en la sombra de los libros?
¿En qué relámpago se revelará su relincho?
¿Cómo hacerlo salir por la gruta de mi pecho,
cómo dejarme secuestrar en su pelaje
brillante de sol
por los senderos que trazan los pájaros?
¿Cómo llevar conmigo
a quien sea
a esta soledad en carnaval?


Gustavo Martínez Figueroa
http://eexxppaannssiioonn.blogspot.com/
http://espaciosyespejos.blogspot.com/

1 comentario:

  1. LLego por casualidad a este blog, pero volveré. Me ha gustado mucho

    Saludos!

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