agosto 27, 2010

Naranja

Mi color preferido. Naranja ternura, naranja sabor caricia. Naranja como las hojas secas en esos días de otoño que dormíamos muy juntos el uno junto al otro. Naranja como las tardes de verano que descocí para guardar en un globo. Un globo naranja, y mío, como ese verano. Naranja merienda a la sombra y naranja el rayo de sol que se colaba entre nuestras horas mal tejidas y con agujeros. Naranja sorpresa sin sentido, sorpresa de mediodía, sorpresa de ser queriendo. Naranja color canción, de esas que yo cantaba colgada de los árboles, y vos escuchabas medio pensando, medio soñando, medio creyendo que ya no bajaba más.

A mí me gustaba el naranja. Y a vos el negro. Y los dos sin darnos cuenta que halloween puede ser todo el año.

Naranja despedida agridulce. Naranja el calor de tu abrazo. Naranja mi globo y nuestro verano.

Naranja atardecer.


Anna.

agosto 25, 2010

Helena



 Hace días que asomado al balcón
he perdido el jornal charlando con un gorrión
más aburrido que yo.

O mirando cómo se deshoja un encinar,
oliendo romero
Cómo vuelven a florecer y se vuelven a deshojar.  
 
Hace días que no sé cuantos días hace.
Hace días que me estoy diciendo...
mañana y espero... y espero.

Viviendo con nada.
Trabajando por nada y un día como si nada morirme de nada.
Adiós. Gracias.

En el fondo de un bar tomándome
un perfumado para calentarme
el corazón mientras llega la muerte a jugar al subastado.

Hace días que no sé cuantos días hace.
Hace días que me estoy diciendo...
mañana y espero... y espero... y espero...

Asomado al balcón espero.
Desnudando el horizonte espero.
Espero por Navidad y por la Magdalena de día y de noche
que vuelva Helena, que vuelva Helena...

y es que cuando pasa por mi calle
incluso los geranios le guiñan el ojo.
El aire se vuelve tibio con su aliento
y los adoquines miran hacia arriba, su piel morena.

Cuando pasa Helena.
Cuando ella mira sabes que la fuente cuando ella quiere,
la da. Cuando ella llora, sabes qué es el luto.
Cuando ella calla, todo yo tiemblo.
Cuando ella quiere, el amor emprende el vuelo...
Y entre tejados se columpia
el sol y los pajaritos de los cables de la luz miran
celosos como se ríe y se mueve.

Color de larga espera y perfume de luna llena mi Helena.
Mi Helena...

pero...
Hace días que el estar de pie me hace daño,
el reúma me rompe los dedos
y ha huido el último gorrión.


Joan Manuel Serrat
https://www.youtube.com/watch?v=0uStm-9C3po 
-originalmente en catalán.

agosto 22, 2010

Maldito invierno de rodillas. Vos y tus horas grises color angustia. Vos y tus reniegos de consuelos mal paridos. Vos y tus carcajadas sabor burla con hierba seca en la garganta. Vos y tus atardeceres pálidos sin naranja, sin ojos con lluvia ni medias lunas, ni sillas hamacas con cuentos.

Maldito invierno embustero, que te llevaste mis esperanzas en un copo de nieve. Maldito invierno, que agotaste mis sonrisas con tus canas. Maldito invierno, malditas tus idas sin v de vuelta y malditas tus transacciones de pasajes sin permiso.

Maldito invierno, que te arraigas como adherido a la piel, como papel mojado, como con ganas de vivir de la vida de otros. Maldito invierno, que mataste a sangre fría...

...que envenenaste todos mis poemas, todas mis alegrías.




Anna.

agosto 20, 2010

¿Por qué, noche,
sos tan cruel conmigo?
¿Por qué me lo traés,
Una y otra vez,
Y lo das vuelta dentro mío?

¿Por qué, noche,
Cuando logro olvidarlo de día
Lo traés de nuevo
Como la condena del sueño
De esta muerta viva?

Ay, noche,
Cómo me torturan
Tus vaivenes imposibles,
Los deseos infelices
Que plantas en mi piel,
La sombra de su cuerpo
Trepando el dosel,
El fantasma de su boca
Sabor a miel,

Sabor a noche…

Que desde que se ha ido, noche,
Desde que nos ha dejado solas,
Que me acosan los reproches
Del pasar de las horas…

Ojalá tu hechizo
Alcanzara para traerlo
De vuelta conmigo,
Noche.

Ojalá tu hechizo así
Le susurrase al oído
Al igual que al mío
Que vuelva junto a mí.

Anna.

agosto 10, 2010

Poesía para necios

Y pensarás que fueron cosas en las que no creí.

Pensarás que mentía.

Pensarás, de lejos, sin decirme, que soy muy hipócrita, y que todo esto -esto que digo aquí- todo esto fue un simple "porque sí".

Pensarás, mientras me decís seriamente que es hora de que empiece a pensar en crecer, pensarás que en realidad vos tampoco sos nada de eso, nada de eso que vos decís.

Y es que todos necesitamos de vez en cuando ser un poco hipócritas. ¿O no, corazón?

Y yo te miraré desde abajo, sonreiré, medio llorando, y me quedaré callada. Otra vez.

Qué más da, si hasta acá no has entendido nada, ¿qué diferencia hay?

Que no supiste ver, corazón, en mi poesía, que había algo que no es hipocresía, mi vida, sino necedad.

Porque todavía miro con ojos de niña este mundo, riendo y llorando por antojo, sin entender algunas cosas, esas que vos te empeñás en explicarme y te enojás porque yo no quiero entender. ¡Al diablo con el chiste de que no supe responder! ¿Quién fue hipócrita, si yo nunca dejé de creer?

Entendé vos esto: es porque no me supieron, porque no me supiste querer.

No me supiste querer.

Y no sabés.

Todavía.



Anna. 
Ahora rimando, pero todavía sin versos.

agosto 09, 2010

Que sea verano. Que sea verano y de noche. Y que llueva. Que sea verano, de noche y que llueva. Y que estés conmigo.

Empecé a usar signos de puntuación cuando te fuiste. Creo que hasta entonces no sabía que se podían usar los puntos suspensivos para no terminar una frase. No sabía que a veces hay frases que no se pueden terminar.

Todavía me olvido de cerrar las ventanas y de ponerle azúcar al café. Todavía leo Sbarra de noche y me despierto antes de llegar al final del camino que te trae de vuelta hasta mí.

Que sea verano. Así estamos afuera, y estamos desnudos, y así estamos bien. Que sea verano y de noche, de noche y que llueva, así nos mojamos la piel y estamos bien. Que llueva, que llueva mucho, así no podés irte a tu casa con la excusa de una tardanza que a nadie le importa. Así te quedas conmigo, y así estemos bien.

La parada de colectivo que nunca debiste tomar y en la que te dejaste un sombrero negro que yo rescaté del invierno. Una canción que me descose las sábanas con los versos que yo debí haber escrito. Para vos.

Que sea verano.




Anna. 
Al mejor estilo José Sbarra.