Te preparan cual fórmula matemática para triunfar. Te inculcan metas difíciles -pero no imposibles-, te dan todas las claves para alcanzarlas. Te enseñan a pensar el mundo como algo sencillo y calculado.
Te enseñan a ser normal y feliz, esos hombres doctos y gentiles.
Esos hombres que descreen lo imposible.
Esos hombres que no tienen sueños.
Anna.
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