De día son sombras: fantasmas, ilusiones sin cara, yendo y viniendo sin verdadero sentido del ir y venir, desnudos, insomnes, traicionados por su propio ser; y de noche, demonios de distintas lujurias, afiebrados y delirantes, desesperados que buscan sin buscar la clave de alguna rebelión contra la soledad que los gobierna sin democracia desde adentro... prendida a la piel como la propia muerte, agazapada, impasible e inexorable.
Anna.
Demasiado directo... Si habré sentido eso por lo que me rodea, vuestros escritos dejan libre interpretación y eso es realmente interesante y fascinante, y por mas corto que este sea, no es menos que los otros...
ResponderEliminarMe retiro con vuestro permiso
Atte: Dahaka Dunkelheit