Lo cierto es que está esta ventana, cuadradito de luz sin cortinas, ya va siendo hora de cerrarte. Sobre la mancha de tu sacrificio crecerán nomeolvides. Algún día volverás a bailar, a cantar, y estos relojes tan tristes ahora te verán otra vez vestir de algún color nuevo. Nadie nos dedicará ni un verso, nos iremos yendo despacio... sin fuegos artificiales, sin luces de barcos, sin aplausos, hasta el infinito. ¿Quién se va a acordar de nosotros, de lo felices que fuimos?
Ya va siendo hora de cortarle los hilos a esta última mentira. Ya no más disfraces, ni palabras, ni vino patero, ni cama grande, ni sincronía, ni insomnio, ni diciembre.
Hasta el fondo, una sola mano, un solo acorde.
Ya va siendo hora, de dejar libre todas estas poesías rotas.
tambien puede ser hora de empezar de nuevo
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