Y pensar que antes
cuando yo era más chica
y el universo era más grande
viajar hasta tus pagos
era tocar la puerta
al fin del mundo.
Hoy, que viajo en colectivo
y me obligo
a acordarme de las cosas
encuentro a cuarenta minutos
de mi casa
el marco de tu ventana
vacía
y es tan ridículo
todo.
Anna.
Muy triste.
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