en el cedro de tu alma
y todo el beso en tus pies,
que dejes de mirarme burlón,
sé que te estoy dando poco
y mucho te pediré.
Sé la nube sola en mi pradera
seré tu querido verde
y serás sombra en mi mitad.
Y si ves que mi verde se quema
llueve tu llorosa pena
y el verde nuevo se hará.
Y que no te vayas un febrero
detrás de aquella bandada
azabache hasta el pinar.
Quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.
Hazte sol cercano en la distancia
hazte en el recuerdo un leño
y quemate en mi interior
no quiero tener más noches frías
ni poder tan sólo en sueños
despertarme junto a vos.
Que tengamos alrededor nuestro
quien berree nuestros nombres
y mucha sombra por dar,
y cuando lleguemos a la tierra
únete conmigo en savia
y así haremos sombra igual.
Y que no te vayas un febrero
detrás de aquella bandada
azabache hasta el pinar
quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.
Quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.
Jorge Fandermole
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.
Jorge Fandermole
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