Perdonar al paso del tiempo.
Perdonar a los cambios.
Perdonarse a uno mismo.
Mientras camina arrastrando los pies, le parece que no es ella la que mueve su cuerpo, tan cansada está. Mientras espera el taxi, dice la dirección y sus ojos se empañan en el vidrio, desea con todas sus fuerzas no ser ella. Mientras baja, paga con muchos billetes chiquitos y huye, del taxista y su cara de domingo por la tarde, de la calle y su hipocresía ensordecedora, de la lluvia que ya empieza a caer sin permiso, desea no ser ella. Desea, lo anhela tan, tan fuerte que le duele, y aún así, sigue sintiendo sus pies cansados, sus ojos empañados. Se sigue sintiendo ella.
Recorre los pocos metros todavía secos de cemento gris que la separan de la puerta, e intenta abrirla sin darse cuenta de que está todavía con cerrojo. Mete la mano en el bolso, tantea el metal frío de las llaves, elige la indicada y trae a su cerebro el procedimiento adecuado para abrir una puerta. La abre.
Mientras camina arrastrando los pies, le parece que no es ella la que mueve su cuerpo, tan cansada está. Mientras espera el taxi, dice la dirección y sus ojos se empañan en el vidrio, desea con todas sus fuerzas no ser ella. Mientras baja, paga con muchos billetes chiquitos y huye, del taxista y su cara de domingo por la tarde, de la calle y su hipocresía ensordecedora, de la lluvia que ya empieza a caer sin permiso, desea no ser ella. Desea, lo anhela tan, tan fuerte que le duele, y aún así, sigue sintiendo sus pies cansados, sus ojos empañados. Se sigue sintiendo ella.
Recorre los pocos metros todavía secos de cemento gris que la separan de la puerta, e intenta abrirla sin darse cuenta de que está todavía con cerrojo. Mete la mano en el bolso, tantea el metal frío de las llaves, elige la indicada y trae a su cerebro el procedimiento adecuado para abrir una puerta. La abre.
Adentro está oscuro y vacío. Nadie que diga "bienvenida a casa", nadie esperando con la mesa puesta y la radio prendida. Nadie que la espere.
Y ella desea con todas sus fuerzas no ser ella.
Perdonarse
a
uno
Y ella desea con todas sus fuerzas no ser ella.
Perdonarse
a
uno
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