Y cómo ibas a saber que en ese momento, justo en ese momento en el que te reías, te estaba mirando. Cómo ibas a saber que en el colectivo -pasaban tantos colectivos- que pasaba entonces por la parada frente a tu facultad un par de ojos marrones te buscaban. Cómo ibas a saber que te encontraron y vos te reías.
Cómo ibas a saber que esos mismos ojos, que te contaban entonces los dientes, que se atropellaban para memorizar tu ropa, llamándote de una manera imposible, cómo ibas a saber de esos ojos.
Anna.