mayo 22, 2012

La poesía es un arma cargada de futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
más se palpita y se sigue más acá de la consciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
que golpea las tinieblas.

Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades;
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades,
amorosas crueldades.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto
para ser y tanto somos, dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno,
Estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido,
partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mi a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto y canto y cantando más allá de mis penas,
de mis penas personales,
me ensancho, me ensancho.

No es una poesía gota a gota pensada,
No es un bello producto. No es un fruto perfecto,
es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejen
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo,
Estamos tocando el fondo.


Gabriel Celaya
https://www.youtube.com/watch?v=iBNf7qPC4ko

mayo 19, 2012

Los pro y los contra de hacer dedo

Otoño. Que sea otoño. Que sea otoño y que llueva. Mucho. Que haya leños ardiendo en un brasero. Y un gato. Que haya un gato y que sea negro y que mire de amarillo y que se enrosque y que nos enseñe un poco a vivir. Pero por sobre todas las cosas que sea otoño. Que le falte un vidrio a la ventana. Que entren por ese hueco la lluvia y el frío. Que tengas ganas de besarme. Muchas ganas. Que un hombre te espere en otra parte. Que sea otra vez otoño. Otoño y Que llueva. Y que no vayas. Que te quedes conmigo. Que sea otoño otra vez y que te quedes.

José Sbarra
¿Alguien habrá acercado su mejilla
a una almohada usada por mí para recordar
el roce de mi piel?

¿Alguien habrá permanecido despierto
...hasta la alta noche
para seguir amando con su mirada
mi egoísmo dormido?

¿Alguien habrá caminado por una calle desierta
de un país lejano murmurando mi nombre
llamándome?

¿Alguien habrá serenado su corazón
apretando contra su rostro
pequeñas ropas mías?

¿Alguien habrá preferido mi muerte
antes que verme
en brazos de otra persona?

¿Alguien habrá gozado
entrando al baño después de mí,
con el vapor,
la temperatura y los perfumes
de mi intimidad?

¿Alguien habrá deseado caer en el sueño
con mi sexo anclado en mi cuerpo?

¿O solamente yo
amé de esa manera?


José Sbarra
de El Libro del Mal Amor

mayo 07, 2012

Canción del pinar

Quiero dejar todas las palomas
en el cedro de tu alma
y todo el beso en tus pies,
que dejes de mirarme burlón,
sé que te estoy dando poco
y mucho te pediré.

Sé la nube sola en mi pradera
seré tu querido verde
y serás sombra en mi mitad.
Y si ves que mi verde se quema
llueve tu llorosa pena
y el verde nuevo se hará.

Y que no te vayas un febrero
detrás de aquella bandada
azabache hasta el pinar.
Quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.

Hazte sol cercano en la distancia
hazte en el recuerdo un leño
y quemate en mi interior
no quiero tener más noches frías
ni poder tan sólo en sueños
despertarme junto a vos.


Que tengamos alrededor nuestro
quien berree nuestros nombres
y mucha sombra por dar,
y cuando lleguemos a la tierra
únete conmigo en savia
y así haremos sombra igual.

Y que no te vayas un febrero
detrás de aquella bandada
azabache hasta el pinar
quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.

Quiero ser también dueña del cielo
y un pinar
pero es preciso
que me enseñes a volar.


Jorge Fandermole

mayo 06, 2012

Esos ojos que son lindos cuando lloran
no importa cuándo te pierdan de vista,
siempre te estás yendo.
Las huellas de tu camino tienen barro de mentiras.
Tal vez nuestros destinos sí sean distintos.
Tal vez no nos una ese fino cordón rojo, como creímos. 
O quizás no existe cordón rojo
        y los amantes lo inventan a cada rato
              para permitirse creer
                   en sus propias mentiras.
Quizá si fuésemos menos egoístas pero
¿se puede dejar de ser humano para amar?



¿Por qué esos ojos tan lindos, tan tristes?


Anna.