julio 31, 2011

Quise ser todo eso que vos necesitabas, que en silencio me pedías, quise serlo todo. Y eras vos el protagonista, aunque al cuento lo escribía yo... después, las rosas empezaron a secarse, y ya sabés, en agosto todo es amarillo.

Me gustaría ser eso que vos querías, eso que yo era y ya no soy, por cuestión de matemáticas, tengo tantas ganas de que me quieras. Nunca pude hacer bien los nudos de las zapatillas y andaba descalza, por las mañanas el olor era a chocolate, había naranjas que rodaban por el pasillo, los colores eran otros (no sé si era más feliz, sólo sé que no hacía tanto frío, el invierno parecía menos largo). Ojalá fuera yo la protagonista en tu novela.

Egoístamente, nunca supe qué decir en este tipo de situaciones. Y si lloro, lloro por mí. Ya florecen los árboles de la avenida y nosotros perdiendo el tiempo... los jacarandás esperarán en agosto a nuestro regreso. En agosto.

Si me quisieras sería todo más fácil, ah, primavera, primavera.



Anna.

julio 05, 2011

Andrógino.

Entre las pestañas, debajo de las uñas,
un solo entramado en el tejido de mi carne,
obsesivamente,
compulsivamente,
vos, siempre vos,
creciendo entre mi pelo,
vistiéndote de mi ropa, en todas partes
y en ninguna.
Tan sombra, tan espejismo y tan cuerpo,
lleno hasta los huesos, lleno, lleno,
pedazo de canción hecha camino,
juez, verdugo, medio-día de domingo,
abrigo de invierno,
mi único capricho arrancado al destino,
abrigo de invierno... abrigo de invierno.


Anna.