noviembre 29, 2010

noviembre 24, 2010

Porqué será que perdonar es tan difícil.
              Perdonar al paso del tiempo.
                       Perdonar a los cambios.
                              Perdonarse a uno mismo.

Mientras camina arrastrando los pies, le parece que no es ella la que mueve su cuerpo, tan cansada está. Mientras espera el taxi, dice la dirección y sus ojos se empañan en el vidrio, desea con todas sus fuerzas no ser ella. Mientras baja, paga con muchos billetes chiquitos y huye, del taxista y su cara de domingo por la tarde, de la calle y su hipocresía ensordecedora, de la lluvia que ya empieza a caer sin permiso, desea no ser ella. Desea, lo anhela tan, tan fuerte que le duele, y aún así, sigue sintiendo sus pies cansados, sus ojos empañados. Se sigue sintiendo ella.

Recorre los pocos metros todavía secos de cemento gris que la separan de la puerta, e intenta abrirla sin darse cuenta de que está todavía con cerrojo. Mete la mano en el bolso, tantea el metal frío de las llaves, elige la indicada y trae a su cerebro el procedimiento adecuado para abrir una puerta. La abre.
Adentro está oscuro y vacío. Nadie que diga "bienvenida a casa", nadie esperando con la mesa puesta y la radio prendida. Nadie que la espere.

Y ella desea con todas sus fuerzas no ser ella.

Perdonarse
                       a
                            uno
                                      mismo.



Anna.

noviembre 21, 2010


"- ¡Vaya! -se dijo Alicia-. He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!"
Lewis Carrol

noviembre 19, 2010

Y qué si estaba enamorada. Y qué si él a mí no me quería. Y qué si mi poesía era melosa y cursi, y qué si nadie la leía. Y qué, si a mí con eso me alcanzaba para vivir.

Vos en cambio, vos, que te burlabas de mí por hablar de amor, vos no entendías nada. Vos nunca entendiste. Y qué si eras más grande que yo... vos nunca entendiste.

Vos nunca entendiste nada.



Anna.

noviembre 18, 2010


“¿Tenemos que amarnos para
conocernos o tenemos que
conocernos para amarnos?”


Michelangelo Antonioni
(El Eclipse)

noviembre 17, 2010

Oh, blessed, blessed night. ''l am afeared... being in night, all this is but a dream. Too flattering sweet... to be substantial.''





William Shakespeare - Romeo and Juliet
-from Shakespeare in Love

Muro de Berlín

De a poquito, todo vuelve a su cause. El río desbordado retrocede, arrepentido, hasta la cuna que lo arrulló desde siempre. Los corazones tibios vuelven a enfriarse después de un verano demasiado caliente. Los espejismos de libertad se difuman después del primer sorbo de agua, y el muro de Berlín sigue ahí, todavía.

Las palabras que fueron hechas para no decirse vuelven a apilarse en los estantes del desván, bostezando. Las palabras que otros tenían prisioneras escapan todas nuevamente y de a poquito se apoderan de los poemas que fueron suyos.

Lentamente el tiempo hace olvidar las locuras que por un desliz se escaparon un instante para hacer de las suyas. Lentamente se sacuden el polvo los ortodoxos, los rectos y los moralistas, y carraspean para seguir con el hilo de un discurso que se estacionó hace meses por un descuido del destino, como si nunca hubiesen sido interrumpidos.

Como si esa estación robada no hubiese existido, como si las costumbres de los cínicos nunca hubiesen sido disueltas por el intento suicida de un río que se desborda.

Como si lo hubiésemos inventado...

Tal vez de verdad lo hicimos.



Anna.
''But soft, what light through yonder window breaks? lt is the east, and Juliet is the sun. Arise, fair sun, and kill the envious moon... who is already sick and pale with grief... that thou, her maid, art far more fair than she.''




William Shakespeare - Romeo and Juliet
-from Shakespeare in love.

noviembre 16, 2010

Lo buscó por todas partes. Despanzurró cajones, arrancó las hojas de los libros y volteó muebles, por todos lados lo buscó. Revolvió los adornos de los estantes, bajo las alfombras y entre el hollín. Le preguntó por él a todos los que conocía, y a los que no conocía y ese día se le cruzaron, también. Lo buscó escondido en la sombra de las cortinas y en los pliegues de las sábanas, lo buscó entre los restos de comida de la noche anterior, y en los bolsillos de su almohada. Pero no estaba.

Sólo después de haber abierto todas las puertas, y vaciado todos los ceniceros, sólo después de haber desvalijado todos los armarios y desarmado todos los sillones, se acordó, y con consternación debió resignarse a su pérdida. Sólo después de descocer todos los vestidos y abrir todas las cerraduras, se acordó que la noche anterior había renunciado a él al arrojárselo. Se acordó, de que él se había ido y se lo había llevado. Se acordó de las copas rotas, del vino en el suelo y de su cara seria. Se acordó de sus ganas de irse.

Y con consternación, debió resignarse a su pérdida.



Anna.

noviembre 15, 2010

- That whole Jesus thing, it's really interesting.
- It's not interesting. It's scary! It's nailing holes through your hands. It's 'cause we're all vile sinners. God made Jesus die.
- You really think that's true?
- It's in the Bible.
- You have to believe it, and you hate it. I don't have to believe it, and I think it's beautiful.
- You gotta believe the Bible, Leslie.
- Why?
- 'Cause if you don't believe in the Bible, God will damn you to hell when you die.
- Wow, May Belle. Where'd you hear that?
- That's right, huh, Jess? God damns you to hell if you don't believe in the Bible.
- Well, I don't think so. I seriously do not think God goes around damning people to hell.


From "Bridge to Terabithia".

noviembre 14, 2010

Me desprendo del abrazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.



Eduardo Galeano

noviembre 13, 2010

"Escribir novelas largas es básicamente una labor física. Tal vez el hecho de escribir sea, en sí mismo, una labor intelectual. Pero terminar de escribir un libro se parece más al trabajo físico (…) Tal vez piensen que, con tal de tener la fuerza suficiente para poder levantar la taza del café, se pueden escribir novelas. Pero, si probaran de veras a hacerlo, estoy seguro de que enseguida me comprenderían y se darían cuenta de que escribir novelas no es un trabajo tan apacible (…). Aunque realmente el cuerpo no se mueva, en su interior está desarrollándose una frenética actividad que lo deja extenuado. La que piensa es la cabeza, la mente. Pero los novelistas, envueltos en el ropaje de nuestras historias, pensamos con todo el cuerpo".


Haruki Murakami

noviembre 09, 2010

When the words do not come, ya no me queda nada.

Cuando no quedan más palabras, it's because everything has being said.

When there's no words left, only remains the anger.

Sólo. La. Bronca.



Anna.